Así como los cimientos son la base de una buena construcción, en el mercadeo en red, el cimiento es la prospección.
Mis recomendaciones para una prospección enfocada:
1. No invitar a personas al azar. Se debe seguir el sistema de la empresa y del upline o líder para saber a quién se debe tocar la puerta y a quién no. Es decir, primero se clasifica la lista de prospectos y, con base en ello, se realiza la invitación y el seguimiento para convocar a una presentación de la oportunidad.
2. El networker o distribuidor debe realizar la invitación con mensajes que atienden las necesidades específicas de sus prospectos de acuerdo con su clasificación y al conocimiento que tiene de ellos por ser parte de su círculo cálido. El principio que debes seguir es: “como sabes lo que quieren, sus sueños y sus condiciones actuales, les hablas de lo que quieren escuchar y por ello te muestran su interés”.
3. Fijar metas de actividad. De nada sirve tener el mejor salón de eventos, los conferencistas más prestigiados o la mejor producción si el día de la presentación de la oportunidad hay un auditorio vacío. Por eso, es necesario establecer para cada evento una meta de llamadas, de confirmados y de asistentes y comprometer a la red propia con estas mismas metas para asegurar un mínimo de asistencia.
Prospectar adecuadamente aumentará la probabilidad de que te escuchen más prospectos, como primer paso para el desarrollo de tu negocio, y de que ingresen a tu red de mercadeo, como segundo. El resultado será bonos por reclutamiento a corto plazo y ingresos residuales a mediano y largo plazo como consecuencia del crecimiento de la red y del nivel de recompra.
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